Se acerca el verano, época de sol, vacaciones, momento de disfrutar en familia de nuestros niños y de todas las divertidas actividades que se pueden llevar a cabo en esta magnífica época del año.

Estamos seguros de que nos os faltará diversión pero hay un factor muy a tener en cuenta en esta época y es el cuidado de la piel de los niños, tan sensible y tan expuesta en estos meses a las radiaciones solares.

Os vamos a dejar unos consejos para el cuidado de su piel para que os despreocupéis y disfrutéis al máximo de vuestra época estival:

Siempre que tengamos a los niños expuestos al aire libre, deben estar debidamente protegidos con cremas de factores solares adecuadas a su tipo de piel y edad.

El protector debe aplicarse mínimo media hora antes de la exposición solar con el fin de que la piel lo absorba adecuadamente y nos ofrezca la correcta protección, la aplicación debe ser generosa y no dejar ninguna parte del cuerpo del niño sin protección.

En el caso de encontrarnos en la playa, hay que repetir la aplicación cada vez que el niño salga del agua (aunque la crema que utilicemos sea resistente a ella) y cada dos horas, de esta manera, les mantendremos todo el día protegidos y evitaremos irritaciones e incluso quemaduras que podrían derivar en el futuro en diversos problemas en su piel.

Un factor de protección 25 puede ser suficiente para niños de piel morena y un factor superior al 30 para los niños con pieles más claras. En el caso de que el niño tenga la piel especialmente sensible, necesita de un fotoprotector especial y deberá ir además protegido con gorro, gafas de sol e incluso camiseta, aunque se esté bañando.

No nos fiemos de que tenemos al niño bajo una sombrilla en la playa, de paseo bajo la sombrilla de su carrito o de que el día no sea especialmente soleado. Las radiaciones solares son muy potentes y las sombrillas e incluso las nubes no son capaces de filtrarlas en su totalidad.

Al terminar el día y después de la exposición al sol, debemos darles una ducha con agua templada para eliminar la sal y el cloro al que han podido estar expuestos y aplicarles una crema hidratante o after sun para rehidratar la piel y dejarla en perfectas condiciones.

Por último, sólo recordaros que las primeras horas y de la mañana y las últimas de la tarde son las más idóneas para la exposición solar, hay que evitar las horas centrales del día, es decir, entre las 11:00 y las 16:00 de la tarde que es cuando los rayos solares caen de forma más vertical y resultan más peligrosos.

Esperamos que os sean útiles estas pequeñas recomendaciones y que disfrutéis del verano con una piel protegida y sana.

¡Hasta pronto!

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